A diferencia de otras verduras los rábanos tienen unas raíces muy superficiales, y además los rábanos tienen un período vegetativo corto. Resisten bien al frío, aunque las últimas heladas de la primavera pueden perjudicarlos.
se cultiva en casi todos los climas, aunque prefiere los templados. Hay variedades que se adaptan perfectamente a los diferentes tipos de clima.
El suelo más adecuado es el que tiene mucho humus y es rico en materias nutritivas. Durante todo el periodo vegetativo necesitan desarrollarse en un suelo con gran humedad, si les falta agua sus raíces se alargan demasiado y su sabor se vuelve picante. El PH varía entre 5,8 y 7.
Siembra
Las variedades precoces se siembran a principios de febrero en semillero caliente, para obtener una cosecha a los 45 días, o sea a mediados de marzo. A mediados de marzo se pueden sembrar rábanos en semillero frío. Es posible sembrarlos directamente en la tierra entre marzo y junio. Para una cosecha de otoño se plantan los rábanos entre mediados de agosto y la tercera semana de septiembre.
Riego y abonado
Necesita una tierra rica en humus, para obtener una buena cosecha podemos poner en la tierra, antes de sembrarlas, mantillo o composta bien hecho.
En el cultivo de los rábanos es importante mantener un nivel de humedad constante y elevado en el suelo, para un desarrollo óptimo. La humedad óptima se consigue regando con una frecuencia de 2 días.
Se realiza la recolección a tiempo, ya que las raíces pasadas se ahuecan, se ponen blandas o fibrosas. El periodo entre la siembra y la recolección es de 45 días.
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